En un mundo donde la estética a menudo dicta estándares irreales, surge Suratí, un emprendimiento que desafía las convenciones al promover un sistema de depilación natural. Más que una simple técnica, Suratí es un llamado a reconectar con nuestro cuerpo y la naturaleza a través de un acto tan simple como la depilación.
Liderando esta iniciativa se encuentra Leila, la mente creativa detrás de Suratí, cuya visión es devolverle lo sagrado al proceso de depilación. Para Leila, depilarse es mucho más que eliminar vello no deseado; es un acto de amor propio y una oportunidad para conectarse íntimamente con el cuerpo, su sensibilidad y ritmos naturales.
El enfoque de Suratí se basa en la aceptación del vello corporal como parte intrínseca de nuestro ser, reconociendo su crecimiento cíclico como un proceso natural. Por lo tanto, invita a revisar las genuinas motivaciones al momento de elegir depilarse, y a hacerlo de la manera más armoniosa posible.
Lo que distingue a Suratí además es su compromiso con el medio ambiente y el bienestar. Inspirado por saberes ancestrales y populares del mundo, el proyecto ofrece una alternativa saludable y sustentable, libre de efectos secundarios. Es segura, efectiva y respetuosa con el entorno para depilarse. Al utilizarse a temperatura corporal, se evita el riesgo de quemaduras y vasodilatación, convirtiéndose en una alternativa ideal para cuidar la sensibilidad. Alquimizando ingredientes vegetales e inocuos como azúcar, glucosa, jugo de limón y azafrán, Suratí crea jaleas hipoalergénicas, biodegradables y al agua, que cuidan tanto de nuestra piel como del planeta.
Suratí ofrece dos líneas de jaleas, creadas para adaptarse a diferentes zonas del cuerpo, para mayor eficacia y practicidad en el uso. La línea Carmesí es una jalea densa que se aplica con la mano, a temperatura corporal. Se utiliza en áreas puntuales como el cavado, las axilas y el rostro. La línea Ámbar, por otro lado, presenta una innovadora jalea fría que se aplica con espátula y se retira con bandas de lienzo de algodón y es ideal para áreas extensas como piernas, brazos y torso. Ambas líneas han sido cuidadosamente diseñadas para reducir residuos y sustituir materias primas no renovables y contaminantes presentes en otros métodos de depilación.
Suratí se gestó a raíz de la necesidad personal de su creadora, de gestionar su vello corporal de una manera que fuera coherente con sus valores. Tras haber tomado consciencia de que el sistema que venía utilizando era insalubre y contaminante, Leila inició su camino de experimentación de diferentes métodos. No satisfecha con ninguno de ellos, por el año 2013 le fue llegando información sobre depilación natural de la mano de amigas que vivían en otros países; mujeres generosas que, sin saberlo, estaban siendo parte de la génesis de un gran proyecto.
La experimentación en base a esas recetas ancestrales, más combinaciones devenidas de intuiciones propias, resultó en las fórmulas que se utilizan hoy en día en Suratí; recetas que, una vez probadas su eficacia en sí misma y las mujeres de su círculo más cercano, decidió compartir con el mundo.
Criada en un entorno donde se valoraba la exploración y el respeto por la naturaleza, Leila ha fusionado su amor por el arte culinario, el cuidado de los animales - y lo vivo - más la conexión con la comunidad en este proyecto visionario. Con raíces en Argentina e Irán, ha encontrado en Villa María, Córdoba, su hogar y su inspiración. Junto a su compañero Simón y sus dos hijas, Leila continúa cultivando su sueño de compartir amor y bienestar a través de Suratí y otros proyectos familiares.
En un mundo impulsado por la perfección superficial, Suratí nos recuerda la importancia de amarnos a nosotros mismos y a nuestro cuerpo tal como es. Más que una marca de depilación, Suratí es una evidencia de que el cuidado corporal puede ser un acto de amor y conexión con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.